martes, 18 de diciembre de 2012

Sobre el corto y largo plazo

En muchas ocasiones he escuchado a muchos “especialistas” y a gente con poca experiencia decir que las inversiones en bolsa se deben hacer a largo plazo. Para los que siguen el blog y conocen mi estilo sabrán que soy un partidario del corto plazo y del day trading. 

Los detractores del corto plazo suelen argumentar que los márgenes de beneficios son bajos, que los costos de operación son muy altos y que las inversiones deben realizarse en base a fundamentos. Sin embargo, operar en el corto plazo también puede enfocarse de una manera más amplia, de este modo se puede considerar como una serie de pequeñas operaciones en un período amplio de tiempo. De este modo se tienen un enfoque de largo plazo, pero lo que se hace es optimizar nuestra inversión con cada oscilación del mercado, y vaya que en estos últimos años hemos tenido varias oscilaciones.

A muchos no les gusta el corto plazo, porque no lo entienden, requiere más tiempo de dedicación y además es necesario tener sólidos conocimiento de análisis técnico. Y la verdad es que es mucho más fácil y sencillo tomar una decisión de inversión en base a un reporte elaborado por un tercero. 

Sin embargo, en estos últimos años de incertidumbre en los mercados financieros internacionales no resulta tan atractivo pensar en el largo plazo, debido a las grandes oscilaciones que muestran las bolsas, en especial a BVL, que a inicios de abril de este año llegó a acumular una rentabilidad de 23,5% y el día de hoy solo registra ganancias de 4,2%, definitivamente sentarse a esperar puede llegar a ser rentable, pero es muy costoso. Ni que decir del 2011 en el que la BVL logró acumular en su mejor momento una rentabilidad de 1,7%, pero termino cerrando con perdidas de 16.7%.

A continuación los dejo con unas reflexiones y datos del maestro José Luís Carpatos que ilustran las ventajas de operar en el corto plazo pensando en un amplio horizonte de tiempo: 

No hay que perder la vista al mercado ni en navidades ni nunca. Desde 1950 hasta la fecha: 

1- Una persona que hubiera invertido 1 dólar en el S&P 500 y hubiera mantenido habría convertido su dólar en 49, gracias a la mayor tendencia alcista de la historia de largo plazo. 

2- Pero si hubiera sido capaz de no estar en los 5 días peores de cada año, solo en los 5 peores, tendría 75 dólares en lugar de 49. 

3- Si hubiera estado fuera de los cinco días mejores de cada año, no habría ganado nada. Así de rotundo, habría perdido su dólar. 

¿Conclusión? 

Pues está bastante claro, el año nos lo jugamos en unos pocos días, tanto en cuanto a lo malo como en cuanto lo bueno... Si no entramos en los buenos días, en los pocos buenos días... Y claro, cuando sube la volatilidad, empiezan a agruparse los grandes malos días, y los grandes buenos... 

 La pregunta del millón, claro está, es saber distinguirlos :-) Puede que con esto del abismo fiscal aún quede algún día violento al alta en lo que queda de año, estemos atentos.

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