La Bolsa de Valores de Lima (BVL) entró en una
corrección bajista, tal como lo anticipamos en nuestro análisis del pasado 6 de
febrero, debido a la corrección de la cotización de los metales básicos, a la aparente
culminación del proceso de construcción de nuevos valores del EPU (ETF peruano)
y a la abrupta caída de las acciones de Graña y Montero. En primer
lugar, la corrección bajista en el precio del cobre y el zinc terminó afectando
a las empresas mineras, en un contexto en el que era evidente la falta de fundamentos
alcistas, sumado a la cercanía de importantes niveles de resistencia o techos
técnicos. Posteriormente, se identifica un debilitamiento de la presión
compradora en la BVL, como resultado de la culminación del proceso de creación
de nuevos valores del EPU, recordemos que con las construcciones del ETF
peruano el gestor de fondos de inversión BlackRock, debía comprar
constantemente 27 acciones peruanas para replicar el comportamiento del mercado
peruano. Finalmente, el abrupto desplome de las acciones de Graña y Montero fue
el principal detonante para acelerar la corrección bajista en la plaza limeña.
En el aspecto técnico, el IGBVL acaba de perder
la zona de soportes comprendida entre los 16,200 puntos y la media móvil de 50
días. Sin embargo, el principal índice peruano parece estar camino a poner a
prueba la siguiente zona de soportes entre los 15,750 puntos y la media móvil de
100 días, a partir de donde el IGBVL podría entrar en un movimiento lateral si
es que no se producen nuevos cambios en el escenario actual. Por otro lado, el
RSI y el oscilador estocástico anticiparon muy bien la corrección bajista, en
tanto se observa que ambos indicadores se aproximan a la zona de sobre venta;
por lo tanto, en el corto plazo se podría esperar un rebote técnico o una pausa
en la corrección bajista.
En el actual contexto, un factor clave a considerar es una posible
crisis de confianza sobre el mercado peruano, luego de conocerse que la empresa
Graña y Montero se encuentra directamente implicada en el caso Odebrecht. En
este caso se debe recordar que Graña y Montero tiene un ADR en la Bolsa de
Valores de Nueva York (GRAM) y además forma parte de las acciones que componen
el EPU. En este escenario y según el patrón de ventas identificado en la BVL, no
podría descartarse el inicio de un proceso de destrucciones del EPU, situación
que definitivamente generaría una fuerte presión vendedora proveniente desde el
extranjero. Siempre debe tomarse en cuenta que las tendencias alcistas o bajistas dentro
de la BVL, por lo general son gatilladas por los movimientos realizados por los
fondos de inversión extranjeros.
En conclusión es muy probable que todavía no haya
terminado la corrección o que se inicie una tendencia bajista en la BVL; por lo
tanto, en este momento se debe tener mucho cuidado con identificar posibles
oportunidades de compra. Se recomienda seguir a la espera de mejores precios.
Gráfico de velas diarias
Gráfico de velas semanales
En un análisis de largo plazo se puede observar
una ligera divergencia bajista en el indicador RSI; por lo tanto, en las
próximas semanas la BVL todavía tendría espacio para seguir corrigiendo a la
baja. En el mismo sentido, los indicadores RSI y el oscilador estocástico
parecen haber marcado señales bajistas, lo que refuerza la idea de que en el
corto plazo no debería esperarse una recuperación en la plaza limeña.
Gráfico de la evolución del número de valores del EPU
En lo que va de 2017, el número de valores del EPU se ha incrementado en 13%, al pasar de 6´450,000 a 7´300,000.
Sube, baja, se mantiene... Es todo un enigma; llevo todo el día leyendo y buscando información acerca de negocios rentables online a ver si por fin logro una estabilidad financiera junto con unos buenos ingresos, llevo la cabeza hecho un torbellino con toda la información que llevo ahí...
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